Durante el embarazo, el tejido conectivo de la pared abdominal se va estirando y haciendo más fino, sobre todo en la línea central del abdomen, para poder albergar al bebé en crecimiento. Este proceso fisiológico va a ocurrirle al 100% de las mujeres embarazadas. No sólo existirá un estiramiento de la línea central de la pared abdominal, si no de toda la musculatura en su conjunto.
Tras el parto, y durante las primeras semanas, todos los cambios sufridos durante el embarazo tienden a disminuir casi desapareciendo, sin embargo, muchas mujeres siguen presentando una línea central del abdomen distendida, pareciendo que aún están embarazadas y con sensación de no controlar esa zona de su cuerpo. Esta distensión excesiva es la que conocemos como distancia inter rectos o diástasis abdominal.
La diástasis abdominal puede presentarse en la zona del ombligo, por arriba o por debajo del mismo, y a lo largo de toda la línea alba, desde el esternón hasta el pubis. Padecerla suele asociarse muchas veces a dolor lumbar, dolor pélvico, problemas de incontinencias, mala postura y descenso de la autoestima y de la calidad de vida.
Es muy importante que antes de empezar cualquier tipo de programa de entrenamiento, haya una visita a una fisioterapeuta especializada para ver cómo está recuperándose la musculatura abdominal y pélvica, de esta manera, se podrá planificar mejor la recuperación física y la vuelta a la práctica de ejercicio.